La delegación argentina se fue con las manos vacías del Festival Internacional de Cine de Cannes, más allá de que no había llegado con muchas ilusiones. La entrega de premios en la Riviera francesa hizo ayer repensar la búsqueda de justicia y la pulsión de la venganza entre víctimas de la tortura y victimarios que los sometieron, cuando se anunció que la Palma de Oro fue para “It Was Just an Accident”, la nueva película del iraní Jafar Panahi, quien hacía 22 años que no estaba en la glamorosa gala por detenciones o censuras del régimen de Teherán.
La jornada había comenzado agitada, ya que un extenso corte de energía eléctrica en toda la zona sur de Francia a causa de un sabotaje generó serios problemas e inconvenientes en 160.000 hogares y usuarios, aunque la ceremonia nunca estuvo en duda porque el Palacio de La Croisette, sede del festival, dispone de su propio grupo electrógeno.
En su discurso de agradecimiento, el director premiado instó “a todos los iraníes, dondequiera que estén en el mundo, para que dejemos de lado todos los problemas, todas las diferencias; lo que más importa ahora mismo es la libertad de nuestro país”. El filme -filmado clandestinamente- no podrá verse en Irán: fue vedado.
El podio de las mejores producciones se completó con el drama “Sentimental Value” (sobre una compleja relación familiar entre un padre y sus dos hijas), del noruego Joachim Trier que ganó el Gran Premio del Jurado; mientras que el Premio del Jurado (considerado el tercer lugar) fue compartido entre la marroquí “Sirat”, una road movie del español Oliver Laxe sobre la búsqueda de un padre para encontrar a su hija desaparecida en Marruecos; y la alemana “Sound of Falling”, de Mascha Schilinski, centrada en la historia de cuatro generaciones de niñas en una granja durante un siglo.
El cine brasileño, que recientemente ganó el Oscar con “Aún estoy aquí”, volvió a brillar en Cannes, con dos premios para “El agente secreto”, nuevamente ambientada en la dictadura militar en ese país: Kleber Mendonça Filho como mejor director y Wagner Moura como mejor actor, como el profesor acusado de ser un disidente político que debe huir de la represión. Nadia Melliti ganó en interpretación femenina por “The Little Sister” como una joven musulmana lesbiana; mientras que los hermanos Jean-Pierre y Luc Dardenne recibieron la estatuilla al guión por “Jóvenes madres”. “Resurrection”, del chino Bi Gan, logró el Premio Especial del festival. “I’m Glad You’re Dead Now”, de Tawfeek Barhom, fue elegido como l mejor cortometraje. La Cámara de Oro para el mejor debut recayó en el iraquí Hasan Hadi por “The President’s Cake”, que ya había logrado el Preioo del Público en la sección Quincena de Realizadores.




